¿Qué características tiene el Camino De Santiago francés?
Si hay un viaje que requiere de espíritu aventurero y ganas de convivir con la naturaleza es el Camino de Santiago. Se trata de una experiencia única para realizar en soledad o en compañía que tiene la característica de que siempre será recordada. Es uno de los viajes de senderismo Orbis Ways más completos que existen y lo bueno, es que podemos escoger entre diferentes opciones para realizar el camino. De ello, dependerá nuestra resistencia física, así como nuestras ganas de ponernos retos personales. Sin embargo, uno de los caminos más populares y extraordinarios es el francés, que abarca desde Roscenvalles hasta el destino. En este artículo hablaremos sobre las peculiaridades de esta elección.
Un viaje de cerca de 800 kilómetros en los que los paisajes y rincones harán las delicias de quienes lo realizan
Los peregrinos que han realizado el Camino de Santiago francés saben que es el más completo de todos por el hecho de que se visitan numerosos lugares y se admiran paisajes que son únicos. Hacer el Camino de Santiago francés va más allá de lo estrictamente religioso, ya que también se aúnan otros elementos como el deportivo, el gastronómico o el cultural. A lo largo de este camino, tendremos la oportunidad de visitar múltiples lugares que nos emocionarán y nos encantarán.
Asimismo, es una oportunidad ideal para encontrarse con uno mismo, hacer balance de la vida, de los últimos momentos y sobre todo, aprender a convivir con nuestra soledad, un aspecto que a muchas personas les da terror. Los viajes del Camino de Santiago son idóneos para encarar un mal momento, para disfrutar de la tranquilidad y la paz que las rutas nos aportan.
Hacer el Camino de Santiago francés organizado comporta múltiples ventajas y es perfecto para las personas que tienen cierto reparo a hacerlo solas o padecen ansiedad. Empezar el camino desde S. Jean Pied de Port es mágico y hasta Roscenvalles son 23 kilómetros. Merece mucho la pena realizarlo desde este lugar. La ruta de Roscenvalles hasta Biskarreta está marcada por los bosques compuestos por múltiples árboles, pero también por el paso por pueblos como Burguete-Auritz. Es una etapa compleja, marcada por subidas y bajadas, pero es perfecta si tenemos muchas ganas de adrenalina y aventura.
Cuando llegamos a Biskarreta, empieza otra etapa marcada por las mismas características que la anterior, pero la diferencia es que pasaremos por un puerto de montaña que dificultará un poco más la etapa. Al llegar a Akerreta, realizaremos la primera etapa hasta Pamplona, donde visitaremos el Alto del Perdón o el Puente la Reina, dos lugares icónicos que serán recordados por siempre.
Continuando por este sitio, visitaremos Mañeru, el valle de Yerri o Estella. En este caso, debemos cuidarnos de los desvíos que hay en el camino. La etapa de Estella se diferencia del resto por las altas distancias que hay, pero también por la cantidad de sitios que se pueden descubrir como Ayegui, Villamayor de Monjardín o Urbiola.
Siguiendo el camino, llegaremos a Logroño, visitando Viana y La Rioja a lo lejos. La dificultad en esta ruta es media, con suelos que están en buen estado, pero con ciertas subidas. Al salir de Logroño, se atravesará el Parque de La Grajera y visitar Nájera. Tras visitar este pueblo, recorreremos otros lugares como Ciriñuela, Azofra o Santo Domingo de la Calzada.
En las siguientes etapas, visitaremos Belorado, Atapuerca, Burgos, Hontanas y Boadilla del Camino. Son rutas de varios kilómetros, con dificultades que dependen del lugar en el que nos encontremos. Lo bueno de ellas son sus pueblos y la riqueza cultural que albergan, especialmente en Burgos.
La etapa de Lédigos Sahagún está marcada por las leyendas
Para las personas amantes de la historia, la etapa de Lédigos Sahagún será su favorita. Si podemos, es importante que nos enriquezcamos con todo lo que nos puede ofrecer. Caminando, llegaremos hasta León, donde los singulares páramos leoneses destacarán por los terrenos inhóspitos que rodean a los peregrinos.
Vidallangos del Páramo, Astorga y Foncebadón serán los siguientes lugares que descubriremos como peregrinos hasta llegar a Ponferrada, donde podremos transportarnos a la Edad Media por el recuerdo que se tiene de los caballeros templarios en este lugar. Abandonando esta urbe, nos adentraremos por el Cierzo un lugar precioso dominado por el verde de su naturaleza.
Llegaremos a Trabadelo, Fonfría y Sarria. La etapa es bastante extensa y por ello, es tan complicada. Tras haber descansado, seguiremos hasta visitar Portomarín, Palas del Rei y Arzúa. En este lugar, ya podemos degustar gastronomía gallega para reponer fuerzas. Los últimos lugares serán Lavacolla y los montes que encontraremos que destacan por su auténtica belleza.
Finalmente, con mucho esfuerzo y tesón, llegaremos a Santiago. En este momento, en nuestra mente circulará alegría, satisfacción y sobre todo, orgullo de haber completado un Camino marcado por la adrenalina y las ganas por superarse a sí mismo.