Clipster: el click más famoso de las redes sociales
Nos encontramos con Clipster después de haberle conocido durante el Sónar Festival. Viene con Xavi, su becario como dice él, nosotros preferimos llamarle “la mano que mece la cuna”. Nos da la sensación de que una charla de hora y pico se nos quedará corta para este tándem de lujo. La primera pregunta es obligada…
¿Cómo se te ocurrió empezar a ir por el mundo con un click? ¿Cómo empezó todo?
Pues fue por una casualidad, como siempre. Yo nunca he jugado con clicks, nunca me han gustado, porque no se pueden mover, no pueden echar un polvo en condiciones, no pueden doblar las rodillas, los codos… es algo muy estático. Yo era más de Geyper Man. Pero una vez estaba en Girona, en la casa donde veraneo, eran
las 7 de la mañana, con los pajaritos cantando, todo muy locus amoenus, y me encontré con un click que había por allí, es decir, me encontré a Clipster, era él. Lo vi y pensé “mira que moderno”. Porque yo tenía la idea de los clicks con la redonda esa cutre en la cabeza, son muy feos, muy “muñecos”. Y en cambio este lo ví y pensé “mira que hipster”.
Tenía un momento tranquilo, creativo y le busqué un nombre. Josep Mª Ganyet siempre me dice que una de las cosas que lo ha hecho triunfar ha sido el naming y seguro que esto podría corroborar-lo Miquel Caymari de Masters of Naming.
“Clipster es un nombre muy acertado, va a piñón, es una diana”.
Y le hice una foto. La primera foto es en el jardín con una seta y él está agarrado a la seta. Hice la foto y se gustó. Y pensé en crearle una cuenta de twitter.
Entonces todo empezó en twitter…
Sí, Twitter me ha permitido aprender mucho de copys, de la importancia del mensaje, de saber qué poner en esos caracteres que te permite la red. Quise dotar a Clipster de personalidad propia y que él no fuera consciente de que es un muñeco, él simplemente es un tío pequeño. Es decir, es un humano con forma de click y esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Ventajas tiene muchísimas. Cuando me preguntan si Clipster es mi mini-yo, yo les digo que no, que al contrario, es mi super-Yo. Es lo que yo querría ser, es un yo mejorado. Clipster tiene una personalidad muy marcada, tiene unos gustos.. lo he dotado de gustos humanos que, por supuesto, tienen que ser muy similares a los míos, porque sino sería muy difícil y, lo más importante, no sería creíble ni se vería natural como se ve.
Lo mismo sucede con las marcas con las que colabora Clipster, son marcas que también van comigo, que también me gustan a mi. Van con mi personalidad y con la suya. La gente a veces nos critica por poner marcas, como si hacer publicidad fuera algo malo, cuando en el fondo lo hacemos todos desde el momento en el que etiquetamos el bar donde nos tomamos el vermut el domingo.
Ahora por ejemplo estoy en un momento en el que estoy rodeado de startups, en el Pier01, colaborando con Bcn Tech City. Y las acciones que hago con ellos me apetecen mucho porque son empresas o marcas de aquí y también es importante darles apoyo.
Todas las acciones se pueden hacer siempre que tengan un storyboard detrás que encaje con quien eres tu o, en este caso, con quien es Clipster. Hay que encontrarle un sentido a las cosas.
Es decir, si yo voy al Cruïlla, ¿como no voy a llevar una camisa Brava, si es lo que más mola? Quiero dar a entender que no hace falta ir a NY o a Berlin para encontrar marcas que molan, aquí tenemos marcas como Munich o Brava Fabrics.
«No solo hacemos publicidad de marcas, también ayudamos a que nuestras marcas, las de nuestra ciudad, se conozcan y la gente las utilice. Al final se trata de crear comunidad.»
Y lo primero de todo es la honestidad, yo lo intento al máximo, porque sino se te ve mucho el plumero. Y alguna vez la he cagado, he hecho alguna cosa que ha chirriado, y se nota. Nos ha pasado a todos.
Ahora estoy empezando a ver el porque de la creación de Clipster ONG, no?
Exacto, vino por aquí. Cuando me han contactado de Intermon Oxfam, de Save the Children, digo que sí a todo, siempre. Porque creo que se tiene que hacer, que es nuestra obligación. Pero que pasa.. que Clipster, que ya sabéis que es un tío muy guay, imagínate que se va al Mandarín, hace un post allí porque ha estado en la piscinita y tomándose un cocktail de 15 euros y el siguiente tuit es de Save the Children. A mi esto me chirriaba y no me gustaba. Y por eso cree a Clipster ONG, que es el que se dedica a La Marató, a Save the Children, a Open Arms y solo hace retuits de temas sin ánimo de lucro. Todo lo que me piden en este sentido lo hago, todo lo que pueda hacer para dar voz o ampliar la visibilidad de iniciativas así, lo hago.
Hablemos del mundo de los influencers, de las colaboraciones con las marcas, al final Clipster es uno de ellos.
Vamos un poco por libre, no nos movemos dentro del mundo de los bloggers/influencers. Generacionalmente esto me ha pillado en otro momento y me muevo con otro tipo de gente.
«Yo lo que tengo claro sobre el mundo de los influencers y mircoinfluencers, la burbuja o la no-burbuja, es que no puedes ir por el mundo de sobrado, pidiendo a las marcas y a las empresas que te regalen. Porque las marcas mañana seguirán aquí, y tu, si no has sido sincero y honesto hoy puedes estar muy arriba y mañana desaparecer.»
Hay que llegar a ese punto de negociación con las marcas en las que ambas partes se sientan cómodas con lo que dicen y con lo que hacen, porque es la única forma de que la relación sea fluïda y de que el mensaje sea sincero. Por eso con las marcas con las que trabajo soy muy fiel y todos estamos encantados. Por ahora (jaja). Solo faltaría que yo no mencionara a Brava si voy vestido de Brava todo el día, si voy con Munich todo el día, si voy al Sonar y Estrella Damm me invita al Sonar. ¡Solo faltaría! También es un tema de ser agradecido, de ética. Yo trabajo para ellos y ellos ponen a mi disposición toda una infraestructura para desarrollar mi creatividad, bueno… la creatividad de Clipster, porque es la suya, yo solo soy el esclavo, el becario.
¿Cómo llevas esa dualidad? Tu llegas a los sitios y la gente lo espera a él, no a ti. ¿Cómo se lleva eso?
¡Por supuesto! Sonar, Damm, Cruilla, Brava, todas estas grandes marcas a quién quieren es a Clipster. Yo solo estoy allí porque alguien lo tiene que llevar y alguien le tiene que hacer las fotos. Es espectacular a veces lo que te encuentras. Gracias a Clipster he podido vivir experiencias brutales, tener que llevarle a los sitios, ayudarle, hacerle de becario, en definitiva.
«…la creatividad de Clipster, porque es la suya, yo solo soy el esclavo, el becario.»
Experiencias como, por ejemplo, en la rua del Barça ir en el autocar de detrás. Vivir eso desde esa posición es impagable. También me ha permitido conocer a un montón de gente, crear una lista de contactos super transversal, desde políticos hasta actores, pasando por grandes pensadores, escritores, gente como vosotros, meterme en el mundo de las startups, etc… Se me ha abierto la vida, es brutal.
Es espectacular como un muñeco de playmobil te puede cambiar la vida, no?
Así es Clipster. ¡Es attitude! Y para esto tengo un ejemplo muy claro. Cada uno de nosotros hace cada día el mismo camino para ir a trabajar, hacemos de hormiguitas. Es todo muy aburrido, en invierno, en verano, siempre lo mismo, vamos a piñón, somos muy mecánicos. Yo cada día hago el mismo camino también, pero al ir con Clipster, al ser pequeño, te fijas en los detalles. Y en los detalles está la gracia de la vida también. Y un día chungo de invierno te fijas en el cielo que hay y en que está lloviendo y en cómo las gotas caen desde el pétalo de una flor. Y tu en eso no te habrías fijado nunca y yo habría entrado a currar a piñón y no es que no hubiera visto la gota, es que no habría visto ni el árbol ni el cielo.
«Gracias a Clipster estoy todo el día con los ojos y la mente mucho más abiertos.»
Y cada día salen cosas nuevas, porque estamos rodeados de cosas nuevas y cada día es diferente. Siempre digo lo mismo, cuando me dieron el premio Cactus ya lo dije: ¡Poned un Clipster en vuestra vida! Porque lo que hace es que tengas la mente abierta y dispuesta a que pase cualquier cosa.
¿Y el tema de la monetización? ¿Podrías vivir de Clipster?
Esto es algo que me planteo cada día. Yo creo que sí podría hacerlo, lo que pasa es que ahora tengo muchas más salidas. Por suerte no dependo de Clipster para vivir y a mi lo que me interesa, lo que me gusta, es acumular experiencias. No quiero que me des 300 euros, quiero que me des algo que vale 300 euros. No se si me explico: no es lo mismo ir a un restaurante, el Abac, por ejemplo y que me paguen. Que ir allí, entrar en cocina, acabar tomando algo con Jordi Cruz, hablando de la vida mientras él le prepara los platos a Clipster. Esto no tiene precio, es un lujo, es único. Lo que estoy viviendo es esto y esto no tiene precio. Por lo tanto si la pregunta es si monetizo a Clipster, ¡por supuesto! Estoy ganando millones, porque lo esencial para vivir ya lo tengo y esto me da libertad para elegir y decir que no a lo que quiera. Porque en el momento en que necesite entrada de dinero, tendré que decir que si a cosas que no quiero, y volvemos a aquello que hablábamos antes de que empezaría a chirriar por todos lados.
De un tiempo a esta parte se ha notado como Clipster ha hecho un cambio de escenario, disfrutando mucho más en Instagram que en Twitter, ¿puede ser?
Sí, el mes de octubre pasado hicimos este cambio. Twitter antes era un bar de borrachos donde todo el mundo hablaba, ahora es un after chungo de trolls y haters, cualquier cosa que cuelgues es susceptible de generar un alud de críticas. Ya no me siento cómodo con esto, aunque el aprendizaje que ha hecho Clipster con twitter a nivel de creación de copys, no se lo habría dado ninguna otra red social. Pero Clipster es mucho de imagen y es carne de instagram. Lo que me pasaba con twitter es que yo a las 7 de la mañana colgaba mi tuit tomando café y tenía mis 40 favoritos, pero esto al cabo de 15 minutos se había perdido. En instagram al cabo de 2 días me siguen dando los buenos días, jaja. Instagram me ha permitido relajarme más, es un paraíso. No tienes que estar pendiente durante las 24 horas de todas las noticias del mundo para ver que cuelgas o que no cuelgas. Por eso dimos el salto a instagram y tanto Clipster como yo nos sentimos más relajados, además de que los stories nos han dado la vida Y además hemos notado un cambio cualitativo y hemos pasado de recibir 5 propuestas o peticiones de cosas a triplicarlo, ahora es un no parar. Es constante.
Teníamos algunas preguntas para Clipster, aunque un poco ya nos has ido respondiendo a ellas. ¿Te has planteado alguna vez tener una compañera de viaje, de fiesta, etc… (o un compañero)?
Claramente en el caso de Clipster sería una compañera, él es super gay friendly, pero le van las tías. jaja. Lo que pasa es que Clipster no busca nada serio. Él tiene amor para todo el mundo y por todas, es una alma libre. Es imposible tenerlo atado a alguien y seguirá así. Puede tener hermanos y puede tener muchas amigas, pero no una fija. Por el ritmo de vida que lleva sería complicado verse atado a alguien.
(Pimpiñela aprovecha que la conversación está más distendida y hace su aparición en escena para hacerse una foto con Clipster. Ya se conocían del Sonar, donde también charlaron un rato birra en mano)
Y la última pregunta: a quién os gustaría que entrevistáramos para el magazine.
De tema foodie sin duda a Sandra Blasco, bloggera y es una pasada, con ella nació Clipster Chef. Dos instagramers que soy super fan y son muy divertidos: Albert Belmonte y Ferfriky. Y como actriz también a Anna Bertran, porque es brutal y tanto Clipster como yo nos lo pasamos super bien con ella
¡Por las fotos nos dudamos de que Clipster y Anna son buenos amigos! XD
Y lo dicho, no tenemos dudas de que este tándem llegará lejos y aun dará muchísimo que hablar. Por nuestra parte, ¡esperamos conocer y entrevistar a todos estos cracks que nos recomiendan!